Hola Bloggeros, quería el día de hoy
contarles sobre una noticia que me encontré en el periódico de mi país, que fue
publicada recientemente sobre la medicación de los niños que sufren de TRASTORNO
DE HIPERACTIVIDAD Y DEFICIT DE ATENCION.
Son niños
inquietos, no están enfermos
Piscoanalista
Joseph Freud niega existencia del trastorno por déficit de atención e
hiperactividad.
Meses antes de morir,
Leon Eisenberg confesó que el Trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH) “es el mejor ejemplo de enfermedad ficticia”. El famoso
psiquiatra estadounidense que solía defender el uso de fármacos en los niños
para mantenerlos más concentrados, admitía a sus 87 años, “que se había
exagerado en el sobrediagnóstico de niños con TDAH” y exhortó a los psiquiatras
para que determinaran “más detalladamente las razones de sus problemas de
conducta”.
Han pasado casi cinco
años desde la muerte de Eisenberg, pero el famoso Ritalín (metilfenidato) sigue
siendo recetado a niños sin considerar otras terapias que podrían resultar más
eficaces aunque más lentas, como el psicoanálisis.
El psicoanalista
argentino radicado en España, Joseph Knobel Freud, vuelve a levantar la
polémica con una afirmación aún más contundente: “El TDAH no existe”. Su más
reciente libro, El reto de ser padres, recoge 30 años de experiencia en el
tratamiento de niños y adolescentes, pero es el capítulo dedicado al TDAH el
que rompe paradigmas.
¿Qué
sintió cuando supo de la confesión de Leon Eisenberg?
Se ve que sintió un
arrepentimiento antes de morir, y es lo que pasa con un montón de psiquiatras.
La industria farmacéutica gasta mucho dinero para publicitar las enfermedades
ficticias, porque tienen un medicamento que puede encajar perfectamente.
En este caso, ¿la invención es
más irresponsable porque hablamos de niños?
Sí, porque se trata de un
fármaco que no es inocuo, que causa muchos efectos secundarios, entre ellos la
adicción. Los laboratorios han aprovechado el hecho de que haya niños que
generan conflictos en la educación para meter este medicamento en el mercado;
pero si confiáramos en las estadísticas, estaríamos ante una epidemia, porque
en diez años se ha quintuplicado la población con este trastorno.
Pero es evidente que hay niños
que se mueven más o a los que les cuesta concentrarse…
Por supuesto. Pero lo que
no existe es un trastorno. Nos encontramos frente a chicos muy movidos, pero no
por eso vamos a inundarlos con medicamentos.
Sin
embargo el metilfenidato se sigue distribuyendo…
Algunos padres le han
llamado la ‘pastilla de portarse bien’. Entonces entramos en una dinámica que
tiene que ver con la medicación en la vida cotidiana. Si desde los ocho años le
enseñas que necesita una pastilla para lograr un efecto en vez de llevarlo a un
psicólogo, no te quejes si de adolescente necesita anfetaminas para sentirse
bien.
¿Cuál
es la solución?
Hay que investigar qué es
lo que pasa en su casa o en su colegio para que este chico no se quede
tranquilo. A lo mejor también hay un fracaso del sistema que rodea al niño.
¿La
mala conducta de los hijos siempre es responsabilidad de los padres?
Mientras más pequeños
sean los niños, la responsabilidad de su comportamiento es de los padres. A
medida que van creciendo, la responsabilidad se reparte entre la escuela y los
padres.
¿En
qué momento se espera que un niño se concentre?
Cuando entra en la
escuela primaria. A partir de los seis años debería poder estar más tranquilo porque
puede iniciar y mantener conversaciones con sus pares y prestar atención sobre
temas en particular. Un buen educador sabe que un niño entre dos y seis años es
curioso y quiere hacer distintas cosas en poco tiempo.
¿La
combinación de juegos y límites es la ideal para la educación de los niños?
Sí, porque mediante el
juego es como los niños se relacionan con los otros. Los padres tienen que
jugar con sus hijos, pero también tienen que ponerles límites.
Y
a tener paciencia, ¿se les puede enseñar también?
Claro, hay un tiempo que
no lo decidimos nosotros sino que depende de muchas cosas y ellos deben
entenderlo. A la sociedad le molesta la hiperactividad de los niños pero no se
plantea la hiperactividad de los adultos. Antes de llegar al colegio el niño ha
visto una carrera olímpica en casa. ¿Cómo se pretende que llegue tranquilo al
colegio? Empecemos los cambios por casa.
Sobrino
nieto de Freud
Fundador y profesor de la
Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Barcelona, Joseph
Knobel Freud es sobrino nieto del famoso Sigmund Freud. Su apellido no lo
abruma, al contrario: “Freud nos ha enseñado la existencia del inconsciente.
Usted no sabe la mayor parte de lo que le ocurre porque hay un inconsciente que
lo gobierna y lo domina. Aprender a conocer este inconsciente forma parte del
tratamiento psicoanalítico y ese es el gran legado de Freud”.
ZULMA SIERRA
Especial para EL TIEMPO
Barcelona.
De acuerdo con lo que dice la noticia estoy
de acuerdo que esta patología se encuentra sobre diagnosticada, ya que
cualquier niño que no se concentre en clase sufre de esto, y la mayoría de los
infantes son asi, inquietos, habran otros que no y muchos que si pero no es
suficiente para decidir como único o como principal manejo el farmacológico. Espero
que les haya dejado en el tintero algo que pensar esta noticia.